Cuando tienes un problema legal, es normal tener preguntas y dudas. Los procesos legales pueden parecer complicados y llenos de términos que no usamos en la vida diaria. Sin embargo, también es la oportunidad de informarse para tomar decisiones correctas y proteger tus derechos.
Aquí responderemos algunas de las preguntas frecuentes que las víctimas de lesiones en un accidente suelen tener cuando consideran iniciar un reclamo, una demanda o buscar asesoría legal. ¡Sigue leyendo!
¿Cómo saber si tienes un caso legal válido?
Una de las preguntas frecuentes que muchas personas se hacen cuando consideran iniciar una acción legal es si realmente tienen un caso. En términos generales, para que un reclamo legal sea válido, es necesario que cumpla con ciertos requisitos. Estos incluyen:
Responsabilidad (deber de cuidado)
Es fundamental demostrar que la otra parte tenía un deber de cuidado hacia ti. ¿Qué es el deber de cuidado? Se refiere a la obligación de actuar con la prudencia y diligencia que una persona razonable tendría en una situación similar. Por ejemplo, un conductor debe seguir las leyes de tránsito y conducir de manera segura. En términos legales, este deber puede variar dependiendo de la relación entre las partes y las circunstancias específicas del caso.
Incumplimiento (violación del deber de cuidado)
La otra parte no cumplió con ese deber de cuidado. Por ejemplo, si un conductor está distraído con su teléfono y causa un accidente, está incumpliendo su responsabilidad de manejar con precaución. Es importante que el incumplimiento sea una acción u omisión que se que se produce bajo condiciones que claramente violan el deber de cuidado establecido. Esto puede incluir negligencia, imprudencia o conducta intencionalmente dañina.
Causalidad
Debes demostrar que el incumplimiento del deber por parte de la otra persona causó directamente los daños que sufriste. Si un conductor distraído causa un accidente y, como resultado, sufres lesiones, hay un vínculo causal directo entre el incumplimiento y los daños.
Daños (pérdidas o lesiones)
Debes haber sufrido algún tipo de daño, ya sea físico, emocional o financiero, como resultado del incumplimiento del deber. Es posible que los daños sean económicos (como gastos médicos y pérdida de ingresos) o no económicos (como dolor y sufrimiento emocional).
Por ejemplo, si te resbalaste en una tienda debido a un piso mojado sin señalización, podrías tener un reclamo contra la tienda. Del mismo modo, si fuiste víctima de negligencia médica o tuviste un accidente automovilístico debido a la imprudencia de otro conductor, estos casos podrían calificar como demandas válidas.
Cada caso es único, por lo que siempre es recomendable consultar con un abogado que te ayude a evaluar los detalles específicos de tu situación.
¿Qué tipo de compensación puedo recibir en una demanda?
La compensación en una demanda varía según el tipo de caso y los daños sufridos. Sin embargo, en términos generales, existen varios tipos de compensación a los que podrías tener derecho, tales como:
- Gastos médicos: Cubren los costos médicos asociados con el tratamiento de las lesiones, desde consultas médicas hasta cirugías o terapias de rehabilitación.
- Pérdida de ingresos: Si tus lesiones te impiden trabajar, podrías tener derecho a recibir una compensación por los salarios perdidos durante tu recuperación.
- Daños por dolor y sufrimiento: Estos daños se otorgan para compensar el dolor físico y el sufrimiento emocional que hayas experimentado como resultado del accidente o incidente.
- Daños punitivos: En algunos casos, el tribunal podría otorgar daños punitivos para castigar a la parte responsable si su conducta fue especialmente negligente o maliciosa.
¿Puedes recibir compensación si tuviste algo de culpa en un accidente?
Sí, en muchos casos puedes recibir compensación, incluso si tuviste parte de la culpa en el accidente, pero depende del estado en el que te encuentres y de las leyes locales sobre responsabilidad. Si usted tuvo parte de la culpa, existen diferentes enfoques sobre cómo la culpa parcial puede afectar tu capacidad de recuperación:
1. Culpa comparativa pura (o negligencia comparativa)
Según la ley, una víctima lesionada tiene derecho a presentar una demanda y puede recuperar una compensación económica por los daños, incluso si es parcialmente culpable del accidente. De hecho, en algunos estados, aunque seas responsable en un 99%, podrías aún tener derecho a demandar.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que la compensación se reducirá en función de tu grado de culpa. Por ejemplo, si se determina que fuiste responsable en un 70% y los daños ascienden a $100,000, solo podrás recibir el 30% de la compensación total, es decir, $30,000. Además, si tu hijo (son) también está involucrado, las condiciones para la reducción de la compensación se aplicarán de manera similar.
2. Culpa comparativa modificada
La culpa comparativa modificada es similar a la culpa comparativa pura, pero con una diferencia clave: es necesario que solo puedas ser parcialmente culpable hasta un máximo del 50%. Si se determina que tu responsabilidad supera ese porcentaje, no podrás recibir ninguna compensación.
Algunos estados aplican una variante de esta regla, conocida como la regla del 51%. En estos casos, puedes ser responsable hasta en un 50% (o en algunos estados, hasta un 51%), pero si tu grado de culpa excede ese umbral, no tendrás derecho a recuperar ninguna compensación. Estas reglas pueden variar según la jurisdicción.
3. Culpa contribuyente estricta
La culpa contribuyente estricta se aplica en solo unos pocos estados. En este sistema, si la víctima es parcialmente culpable, aunque sea solo en un 1%, no puede recibir compensación alguna. Esto puede ser frustrante para las víctimas, pero en algunos casos, un abogado podría encontrar argumentos para desafiar esta regla.
Por ejemplo, si no llevabas puesto el cinturón de seguridad en el momento del accidente, tu abogado podría intentar demostrar que esa falta de cinturón no influyó en tus lesiones, es decir, que tu culpa parcial no contribuyó al accidente ni a las heridas. Cada víctima de accidente merece recibir la compensación justa que le corresponde, y un abogado experimentado puede ayudar.
En este contexto, es importante que se entienda que cualquier grado de culpa parcial puede afectar la compensación.
¿Por qué la mayoría de los casos terminan en un acuerdo extrajudicial?
Se estima que alrededor del 90-95% de los casos se resuelven fuera de los tribunales mediante acuerdos. ¿Por qué sucede esto? Es la combinación de varios factores:
- Costos: Llevar un caso a juicio es caro, tanto para los demandantes como para los demandados. Las tarifas legales, los costos de expertos y los honorarios de los testigos pueden sumarse rápidamente. Además, los costos pueden ser impredecibles, ya que no siempre se sabe cuánto tiempo tomará el juicio o qué gastos inesperados podrían surgir.
- Tiempo: Los juicios pueden llevar años, mientras que un acuerdo extrajudicial puede lograrse más rápido.
- Incertidumbre: Ir a juicio siempre implica un riesgo. Incluso si tienes un caso sólido, no hay garantía de que el juez o el jurado fallarán a tu favor. Un acuerdo puede ofrecer una solución más predecible.
¿Qué pasa si tienes una condición médica preexistente? ¿Puedes tener derecho a recibir compensación?
Esta es una de las preguntas frecuentes entre las personas con condiciones crónicas. Tener una condición médica preexistente no necesariamente te impide recibir compensación. Sin embargo, el acusado en una demanda puede intentar argumentar que tu lesión fue causada por esa condición preexistente y no por el accidente.
Para contrarrestar este argumento, es necesario demostrar que el accidente empeoró tu condición preexistente o que las nuevas lesiones no tienen relación con tu condición previa. Por ejemplo, si tenías un problema crónico en la espalda, pero en el accidente sufriste una lesión en el cuello, el acusado no puede culpar tu lesión de cuello a la condición previa de tu espalda.
Además, es crucial contar con documentación médica detallada que respalde cómo el accidente ha afectado tus lesiones actuales. Los testimonios de expertos médicos pueden ser determinantes para establecer la relación causal entre el accidente y las nuevas lesiones, fortaleciendo así tu caso para recibir la compensación justa que mereces.
Cada estado en Estados Unidos puede tener variaciones en cómo se manejan las condiciones preexistentes en las demandas por lesiones, por lo que es recomendable consultar con un abogado que conozca las leyes de tu jurisdicción y pueda asesorarte adecuadamente.
La regla del cráneo de cáscara de huevo
La llamada regla del cráneo de cáscara de huevo, o eggshell skull rule en inglés, es una doctrina legal que podría surgir si has sufrido un accidente que resultó en una demanda. Qué es la regla del cráneo de cáscara de huevo: establece que si una persona tiene una condición médica preexistente, como osteogénesis imperfecta (también conocida como enfermedad de los huesos de cristal), el demandado sigue siendo responsable por la totalidad del daño causado, incluso si este es más grave de lo que sufriría una persona sin dicha condición.
En otras palabras, el responsable debe aceptar a la víctima tal como la encuentra y asumir todas las consecuencias de sus actos, aunque no pudiera prever la gravedad del daño. Por ejemplo, si una persona con osteogénesis imperfecta sufre una caída en un restaurante debido a un derrame de líquido sin señalización y se fractura la cadera izquierda, el responsable deberá cubrir todos los costos del tratamiento, sin importar que el daño haya sido mayor debido a la condición preexistente.
Aunque esta regla parece favorecer a los demandantes, ganar un caso bajo este principio no es sencillo. El demandante todavía debe demostrar que las acciones del acusado fueron la causa directa de sus lesiones, lo cual puede ser complicado en situaciones que involucran condiciones médicas poco comunes.
¿Cuánto cuesta contratar a un abogado?
La buena noticia es que es posible que la mayoría de los abogados que trabajan del lado del demandante trabajen bajo un acuerdo de honorarios de contingencia, lo que significa que no tendrás que pagar nada por adelantado. El abogado solo cobra honorarios si tú ganas el caso, y su pago es un porcentaje del dinero que recibas como compensación. Este porcentaje suele oscilar entre el 25% y el 40%, dependiendo del caso y del acuerdo que hagas con el abogado.
Este modelo hace que sea más accesible para las personas buscar justicia, ya que no tienes que preocuparte por los costos iniciales.
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Contratar a un abogado después de un accidente no es solo una cuestión monetaria. Se trata de recuperar el bienestar que tú y tu familia merecen. Entendemos que dar el primer paso puede ser abrumador, pero no tienes que pasar por esto a solas. Un abogado experimentado puede guiarte de principio a fin en el proceso legal.
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