El nacimiento de un hijo o una hija es un momento lleno de anticipación y emoción, pero también puede estar acompañado de preocupaciones sobre el trabajo de parto y las posibles complicaciones. Lo que debería ser una ocasión de alegría para muchas familias puede convertirse en una pesadilla cuando ocurren lesiones durante el parto. Muchas mujeres tienen partos complicados que les causan heridas graves, y a veces también los bebés sufren lesiones. Aunque algunas de estas lesiones son inevitables, muchas podrían haberse prevenido si el equipo médico hubiera actuado con el debido cuidado.
Las consecuencias de una lesión en el nacimiento pueden ser devastadoras y afectar profundamente la calidad de vida de una familia. Si tú o tu bebé sufrieron lesiones durante el parto debido a la negligencia médica del personal de salud, es posible que tengas derecho a una compensación. Con la ayuda de un abogado especializado en este tipo de casos, puedes presentar una demanda para buscar justicia y apoyo financiero que cubra las pérdidas que has enfrentado. Además, tomar acción puede ayudar a prevenir que otras familias sufran el mismo destino en el futuro.
Si estás lista para dar el siguiente paso, comunícate con nosotros para una consulta gratuita y confidencial con un abogado de nuestra red nacional. Un profesional experimentado te puede guiar en cada etapa del proceso legal. Si prefieres obtener más información antes de tomar una decisión, te invitamos a seguir leyendo.
Lesiones durante el parto
Las lesiones durante el parto, conocidas como birth injuries en inglés, se refieren a cualquier daño que sufra la madre o el bebé durante el proceso de nacimiento. Estas lesiones pueden afectar el cuerpo o las emociones, y causar problemas graves para la salud de la mamá y el bebé. Entre ellas se incluyen desde desgarros vaginales y daños en la uretra, como las fístulas obstétricas, que pueden afectar significativamente la calidad de vida, hasta complicaciones más graves como la parálisis braquial. La gravedad y duración de estas lesiones varía considerablemente. Es crucial que el equipo médico esté preparado para manejar estas situaciones de manera eficaz y minimizar el impacto en la madre y el bebé.
Importancia de la prevención y el tratamiento adecuado
La prevención y el tratamiento adecuado de las lesiones durante el parto son esenciales para reducir la morbilidad y mortalidad tanto materna como fetal. Un buen cuidado médico puede prevenir lesiones graves como cortes durante el parto, desgarros, o problemas de parálisis en los brazos del bebé. Un manejo médico oportuno y efectivo puede marcar la diferencia entre una recuperación rápida y la aparición de complicaciones prolongadas.
Por esta razón, es fundamental que los profesionales de la salud sigan protocolos estrictos y estén debidamente capacitados para enfrentar cualquier eventualidad durante el parto.
No obstante, la negligencia médica puede transformar un momento de alegría en una experiencia traumática e injusta. Aparte de cuidar tu salud y la del bebé, es clave saber cómo actuar en estas situaciones para proteger tus derechos y el bienestar de tu familia.
¿Cuáles son algunas complicaciones comunes durante el parto?
Cada embarazo y parto es único, lo que significa que pueden surgir complicaciones incluso bajo una atención médica de alta calidad. Aunque en muchos casos los profesionales de la salud están preparados para intervenir, la falta de acción o un manejo inadecuado de estas complicaciones puede constituir negligencia médica, aumentando los riesgos tanto para la madre como para el bebé.
Según los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), algunas de las complicaciones más comunes durante el trabajo de parto y el parto incluyen:
Detención del trabajo de parto
Cuando el trabajo de parto se detiene o no progresa adecuadamente, el equipo médico debe intervenir rápidamente para reducir los riesgos. Si no se actúa a tiempo, como dando medicinas o haciendo una cesárea, esto puede poner en riesgo la vida de la mamá y el bebé.
Desgarros vaginales y perineales
Los desgarros vaginales y perineales son lesiones comunes que ocurren durante el parto vaginal. Los desgarros perineales afectan el área entre la vagina y el ano, mientras que los desgarros vaginales ocurren dentro de la vagina. La episiotomía es una incisión quirúrgica que se realiza durante el parto con el objetivo de facilitar el nacimiento y prevenir desgarros perineales severos, aunque hoy en día se utiliza de forma limitada, ya que en algunos casos puede aumentar el riesgo de desgarros más graves. Si los desgarros no se reparan adecuadamente o la intervención no es correcta, pueden provocar complicaciones como infecciones o cicatrices dolorosas que afecten la calidad de vida de la mujer
Problemas con el cordón umbilical
Si el cordón umbilical se enrolla alrededor del cuello del bebé o se comprime, el proveedor de atención médica debe intervenir rápidamente. Si no se actúa rápido, el bebé podría quedarse sin oxígeno, lo que puede causarle daño en el cerebro o incluso la muerte.
Frecuencia cardíaca anormal del bebé
Una respuesta tardía o inadecuada ante una frecuencia cardíaca anormal podría ser indicativa de negligencia. Si no se toman las medidas adecuadas, como cambiar la posición de la madre o realizar una cesárea de emergencia, el bebé podría sufrir asfixia perinatal, lo que puede provocar daño cerebral permanente.
Sangrado excesivo
Si el personal médico no maneja adecuadamente el sangrado posparto, se pone en riesgo la vida de la madre. La negligencia en estos casos, como no administrar medicamentos o no identificar un desgarro uterino, puede tener consecuencias fatales.
El manejo de estas complicaciones es fundamental para asegurar un parto seguro. Sin embargo, cuando hay errores o retrasos en la atención, se pueden presentar casos de negligencia médica que impacten negativamente tanto a la madre como al bebé.
Además, el posparto puede incluir complicaciones como el trastorno de estrés postraumático (PTSD) que surge del trauma experimentado durante o después del parto.
Factores de riesgo para lesiones durante el parto
Edad y condición física de la madre
La edad y la condición física de la madre son factores de riesgo importantes para lesiones durante el parto. Las mujeres mayores de 35 años y aquellas con condiciones médicas preexistentes, como la diabetes o la hipertensión, tienen un mayor riesgo de sufrir lesiones durante el parto. Además, las mujeres con otro tipo de condiciones también tienen un mayor riesgo de sufrir complicaciones. Estas condiciones pueden afectar la capacidad del cuerpo para manejar el estrés del parto, aumentando la probabilidad de intervenciones médicas y complicaciones. Por ello, es crucial que las mujeres reciban atención prenatal adecuada para identificar y manejar estos riesgos de manera efectiva.
¿Qué se considera una lesión de nacimiento?
De acuerdo con el National Vital Statistics Report, una lesión de nacimiento o lesión de parto (en inglés, birth injury) es un cambio en el cuerpo o la salud del recién nacido que ocurre debido a una complicación durante el parto. Estas lesiones pueden variar desde heridas menores hasta daños graves, causados por diversas situaciones y complicaciones que pueden surgir durante el trabajo de parto y el nacimiento.
Es importante destacar que muchas de las lesiones de nacimiento afectan directamente a los bebés. Estas lesiones pueden tener consecuencias permanentes, provocando discapacidades y condiciones crónicas que impactan su desarrollo y limitan sus oportunidades futuras en términos de carrera, relaciones y calidad de vida.
Lamentablemente, muchas de estas lesiones son causadas por la negligencia médica de médicos, enfermeras y otros profesionales de la salud involucrados en el parto. Estos profesionales pueden haber fallado en cumplir con el “cuidado razonable” durante el proceso, poniendo al bebé y a la madre en riesgo de sufrir problemas de por vida, e incluso la muerte. En tales casos, es posible iniciar una demanda por los daños causados por la lesión.
¿Cuáles son algunas de las lesiones más comunes durante el parto?
Según Stanford Medicine Children’s Health, estas son algunas de las lesiones que pueden ocurrir durante el parto:
Tumor serosanguíneo (caput succedaneum)
Es una hinchazón en la cabeza del bebé que ocurre cuando pasa por el canal de parto. A veces, los bebés también tienen moretones, pero la hinchazón suele desaparecer en unos pocos días sin causar problemas. Los bebés nacidos con ayuda de una ventosa tienen más probabilidades de tener este problema.
Cefalohematoma
Es una acumulación de sangre entre el hueso del cráneo y la piel que lo cubre. Aparece como un bulto en la cabeza del bebé horas después del nacimiento. El cuerpo reabsorbe la sangre con el tiempo, y la mayoría de estos bultos desaparecen en unas semanas o unos meses. Si la acumulación de sangre es grande, algunos bebés pueden ponerse amarillos (ictericia) debido a la ruptura de glóbulos rojos.
Moretones o marcas por fórceps
Algunos bebés tienen moretones en la cara o la cabeza debido al esfuerzo de atravesar el canal de parto o por el uso de fórceps. Los bebés nacidos con ayuda de una ventosa pueden tener moretones o pequeños cortes en el cuero cabelludo.
Hemorragia subconjuntival
Es cuando se rompen pequeños vasos sanguíneos en los ojos del bebé, lo que puede causar una mancha roja en uno o ambos ojos. Esto es común y no afecta la visión del bebé. La mancha roja suele desaparecer en una semana o diez días.
Parálisis facial
Durante el parto, la presión sobre la cara del bebé puede dañar un nervio facial, lo que a veces ocurre cuando se usan fórceps. Si el nervio está magullado, una parte de la cara del bebé no se mueve, especialmente cuando llora. En la mayoría de los casos, la parálisis mejora en unas semanas, pero si el nervio está dañado, puede necesitar cirugía.
Parálisis del plexo braquial
El plexo braquial es un conjunto de nervios ubicados alrededor del hombro. Cuando estos nervios resultan dañados, puede ocurrir pérdida de movimiento o debilidad en el brazo. Esto es más común si es difícil sacar el hombro del bebé durante el parto. El bebé puede no poder mover o girar el brazo afectado. Si la lesión es leve, el movimiento del brazo vuelve en unos meses, pero si el nervio está roto, el daño puede ser permanente.
Fracturas
La fractura de clavícula es la más común durante el parto. Puede suceder si hay dificultades para sacar el hombro del bebé o en un parto de nalgas. Un bebé con una fractura de clavícula casi no mueve el brazo del lado afectado, pero la curación suele ser rápida. A veces, se forma un bulto en la clavícula mientras el hueso sana. Si la fractura duele, se puede usar un vendaje para limitar el movimiento del brazo.
Ten en cuenta que la información que te compartimos en este artículo tiene el objetivo de brindar información sobre temas relacionados con las lesiones durante el parto. No debe considerarse como un consejo médico, diagnóstico o recomendación médica. Para cualquier duda o preocupación sobre tu salud o la de tu bebé, te recomendamos que consultes directamente con un profesional de la salud. Además, si sufriste lesiones durante el parto o crees que puedes haber sido víctima de negligencia médica, es importante hablar con un abogado especializado en este tipo de casos para obtener la orientación que mereces. ¿Necesitas hablar con un abogado ahora? Solo tienes que completar este formulario en línea, y en pocos minutos, podemos conectarte con un abogado de nuestra red nacional.
¿Qué puede causar una lesión de nacimiento?
Un parto difícil o una lesión del bebé en el parto pueden producirse debido al tamaño del bebé o a su posición durante el trabajo de parto. Los factores que pueden relacionarse con un nacimiento complicado incluyen, entre otros, los siguientes:
- El tamaño del bebé. Peso al nacer superior a las 8 libras y 13 onzas.
- Nacimiento prematuro. Los bebés que nacen antes de las 37 semanas pueden lesionarse con mayor facilidad debido a su tamaño y fragilidad.
- Trabajos de parto complicados o prolongados.
- Desproporción pélvica en la madre. El tamaño y la forma de la pelvis materna no son adecuados para un parto por vía vaginal.
- Presentación anormal durante el parto. Por ejemplo, el parto en presentación pelviana, es decir, cuando las nalgas del bebé aparecen primero.
- Entre otros.
Además, en algunos casos, los errores médicos también pueden ser una causa de estas lesiones. El mal uso de herramientas para asistir el parto, la falta de diagnóstico de condiciones previas o la toma de decisiones inadecuadas durante el parto pueden aumentar el riesgo de lesiones. Ejemplos de esto incluyen:
- Uso incorrecto de herramientas de asistencia.
- No diagnosticar condiciones que puedan aumentar el riesgo de lesión.
- No optar por una cesárea cuando era necesaria.
- Administración inadecuada de medicamentos.
- Entre otros.
Por ejemplo, si un médico decide no recomendar una cesárea a tiempo, esto podría resultar en una lesión para el bebé. Este tipo de error puede considerarse negligencia médica y abrir la puerta a una demanda por lesión de nacimiento.
¿Qué es la negligencia médica?
La negligencia médica durante el parto ocurre cuando un proveedor de atención médica no ofrece el nivel de cuidado que un profesional calificado y con experiencia habría brindado en circunstancias similares, lo que resulta en una lesión para la madre o el bebé. Esta negligencia puede incluir errores como no monitorear adecuadamente los signos vitales del feto o la madre, retrasar una cesárea de emergencia, usar incorrectamente herramientas como fórceps o ventosas, o administrar medicamentos de forma inapropiada.
Para demostrar negligencia médica en estos casos, es necesario establecer que hubo una desviación del estándar de cuidado médico, que esta desviación causó directamente la lesión, y que dicha lesión provocó daños reales. Estos errores pueden tener consecuencias graves, como parálisis cerebral, lesiones en los nervios, fracturas o asfixia perinatal, entre otros. Debido a estas complejidades y a las múltiples formas en que pueden afectar tu reclamación, es crucial trabajar de cerca con un abogado especializado en lesiones personales que pueda gestionar eficazmente estos temas jurídicos.
¿Qué tipo de compensación se puede reclamar por las lesiones durante el parto?
Cuando se trata de un trauma relacionado con el nacimiento y otras lesiones durante el parto, es posible que puedas demandar por una compensación que cubra las pérdidas que sufriste debido a la negligencia, imprudencia o conducta intencionada del demandado. En otras palabras, si tú o tu bebé sufrieron lesiones durante el parto, podrías pedir una compensación por las pérdidas causadas por el mal cuidado médico.
Dichas pérdidas varían y pueden incluir:
- Salarios perdidos
- Pérdida de capacidad de ingresos
- Gastos médicos (es decir, facturas médicas por cualquier tratamiento que recibiste para tratar tus lesiones, respaldado por registros médicos)
- Dolor y sufrimiento
- Pérdida de disfrute de la vida
- Y más
Cada demanda por lesión de nacimiento es diferente: tanto los hechos que rodean el accidente como las circunstancias de la persona que demanda varían, por lo que los daños potenciales también tienden a variar bastante de un caso a otro.
Por ejemplo, si sufres una lesión de nacimiento que te impide trabajar de por vida, la compensación por pérdida de ingresos será considerable, ya que debe tener en cuenta la capacidad de ingresos futura hasta la edad de jubilación. En cambio, si tu lesión de nacimiento no te impide trabajar, los daños por pérdida de ingresos serán menos. Dada la variación en la compensación, vale la pena consultar con un abogado experimentado en lesiones personales que pueda ayudarte a desarrollar tu caso y reunir pruebas sólidas para tu reclamación de daños.
¿Cuánto cuesta contratar a un abogado?
Al buscar representación legal, no deberías preocuparte por los costos. La mayoría de los abogados de lesiones personales, incluidos aquellos que manejan casos de lesiones durante el parto, trabajan bajo un sistema de honorarios contingentes o condicionales. Esto significa que los profesionales no te cobrarán nada por adelantado. En lugar de ello, recibirán un porcentaje de la indemnización que logren obtener en tu nombre. Este porcentaje suele variar entre el 25% y el 40%, o más, dependiendo de lo que acuerdes con el abogado al contratar sus servicios.
Cuando trabajas con un abogado bajo este sistema, solo pagas si obtienes una indemnización. Si no recibes compensación, no tendrás que pagar honorarios. Esto hace que presentar una reclamación legal sea mucho menos riesgoso, ya que no tienes que preocuparte por los costos del litigio.
Una ventaja importante de los acuerdos de honorarios de contingencia es que motivan al abogado a trabajar de manera eficiente para maximizar la compensación. No solo necesitan asegurarse de que obtengas una indemnización para cobrar, sino que cuanto más recibas, mayor será su pago, lo que les da un incentivo adicional para obtener el mejor resultado posible para ti.
Obtén una consulta gratuita, confidencial y sin compromiso
Si tú o tu bebé han sufrido lesiones debido a un traumatismo durante el parto, podrías tener derecho a reclamar una indemnización por los daños y perjuicios causados. Presentar una demanda por lesiones durante el parto por negligencia médica puede ser un paso importante para obtener la compensación que mereces.
El proceso de presentar una demanda por lesiones en el parto puede ser abrumador y confuso, especialmente para aquellas personas que no están familiarizadas con el sistema legal de los Estados Unidos. Sin embargo, no tienes que enfrentar esta situación difícil y dolorosa por tu cuenta. Un abogado con experiencia en casos de lesiones durante el parto puede orientarte y brindarte el apoyo que necesitas.
Comunícate con nosotros hoy mismo para obtener una consulta gratuita con uno de los abogados calificados de nuestra red. Durante esta consulta inicial, podrás compartir los detalles de lo que te pasó y recibir orientación sobre los pasos a seguir para obtener una posible indemnización. Si decides no continuar con el abogado después de la consulta, no habrá ningún compromiso adicional. Estamos aquí para apoyarte a ti y a tu familia las 24 horas del día, los 7 días de la semana.